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Día del Economista

Hoy es el Día del Economista en México y en Econópolis estamos muy contentos de poder compartir lo que significa, para nosotros como estudiantes de economía, aspirar a esta bonita profesión.

¿Por qué estudiar economía? Como lo hemos platicado en posts anteriores, la economía está presente en todas partes, ¿no es increíble encontrarle el lado económico a todo? ¡Claro que sí!

Encontrar soluciones a problemáticas sociales, las razones de las políticas públicas, la forma en la que funcionan los mercados y su evolución a lo largo del tiempo, es fascinante.

Estudiar economía consiste en aprender cada día y, como nosotros seguimos aprendiendo, le pedimos a nuestro Economista Personal, Sergio Martínez, que nos platicara un poco sobre qué es ser un economista:


La economía es la ciencia social que estudia el comportamiento de las personas al resolver conflictos de interés que surgen de la escasez. Un padre de familia desea alimentar a su familia y otro padre también, pero sólo hay tanta comida disponible en un momento dado. La escasez propicia la competencia, pero también la cooperación, cuando las personas descubren soluciones a sus conflictos de interés que involucran intercambios mutuamente benéficos. Un padre de familia le ofrece a otro una parte de su producción a cambio de la producción de aquél y ambos mejoran su situación. Los economistas estudian bajo qué instituciones florece la cooperación y bajo qué instituciones se desintegra la cooperación.


El economista estudia los incentivos a los que responden las personas y de qué modo responden a ellos. ¿Cómo cambia el consumo de una población ante un mayor impuesto a bebidas azucaradas? Los incentivos están en todas partes y no sólo afectan las decisiones sobre bienes materiales, sino sobre otro tipo de decisiones. ¿Por qué en las sociedades más ricas las familias tienen menos hijos? ¿Crece con la riqueza un rechazo psicológico hacia cuidar bebés? ¿O resulta que los padres de familia renuncian a oportunidades profesionales más atractivas en sociedades más ricas al tener un bebé adicional? La economía permea todas nuestras decisiones porque todas las decisiones humanas involucran conflictos de interés. Conflictos tanto intrapersonales (si estudio un doctorado, pospongo empezar a ganar dinero) como interpersonales (si los consumidores de yogur aumentan su demanda, habrá menos leche para satisfacer a los consumidores de quesos). Cada decisión que una persona toma altera el panorama de todas las demás; es decir, los costos y beneficios que cada persona enfrenta de rechazar o elegir una alternativa. Es hacia este cosmos de decisiones humanas interrelacionadas que el economista dirige su “telescopio” intelectual.


La economía nos ayuda a tomar mejores decisiones; a conocer con mayor claridad lo que sacrificamos al priorizar una opción sobre otra. Nos ayuda a entender mejor los sacrificios implícitos en toda política pública y a prever sus consecuencias directas e indirectas. El trabajo del economista a menudo lo conduce a pensar en cómo una política desplegará eventos de corto y largo plazo y los efectos de estos eventos sobre un grupo específico y la comunidad en general.


En suma, la tarea del economista es estudiar las decisiones humanas; los conflictos de interés en escenarios de escasez; las instituciones que resuelven los conflictos de interés; los modos de cooperación que algunas instituciones fomentan y otras desintegran; cómo los incentivos alteran las decisiones y cómo cada decisión produce una serie de eventos intencionados y no intencionados que pueden conducir o a la prosperidad general, o al enriquecimiento de unos cuantos o a la miseria colectiva.



Muchas felicidades a todos los que se dedican a esta profesión, a quienes la estudian y a quienes se han enamorado de ella.

 
 
 

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